Siempre me llamaron profundamente la atención aquellos solitarios árboles en medio de la campiña. Algunos de ellos son el último vestigio de tiempos en los que una ardilla podía cruzar España de norte a sur sin tener que bajar ni una sola vez de las copas de los árboles.
Llevo algún tiempo buscando nuevos caminos para aportar el carácter pictórico a mis fotografías. La última línea de trabajo es la utilización de cortas profundidades de campo. Es la razón por la que en esta fotografía utilicé una abertura de diafragma tan grande.
Abertura f2.2
Velocidad 1/8000sg
Objetivo Canon EF 85mm f/1.8 USM.
Longitud focal 85mm
Modo Manual
Medición Evaluativa
ISO 400
Calidad RAW
Recortada por el tercio superior.