Es un método tradicional de los artistas para agrupar los elementos durante la composición de una fotografía. Para llevarla a cabo, debemos colocar el centro de interés principal cerca de las intersecciones de las líneas verticales y horizontales que dividen en tercios el largo y el ancho de la imagen.
Por medio de dos líneas verticales dividimos el ancho de la imagen en tres de igual tamaño. De igual manera dividimos verticalmente la imagen. Tenemos 4 intersecciones que serán nuestras referencias para colocar los elementos en nuestra fotografía.
En el ejemplo, decidimos que el palacete sería el elemento protagonista de la escena por lo que lo hicimos coincidir con la intersección 3.
Las ramas del árbol en primer plano proporcionan un poético marco a la instantánea.