Aquella tarde primaveral caminaba por la campiña cordobesa entre trigales, florecillas silvestres y barbechos.
Las florecillas se marchitaron, los barbechos se sembraron, y los trigales que se doraron al sol ya fueron segados.
Otro ciclo completo, un nuevo ciclo comienza.
Ahora sólo es un recuerdo hasta la primavera que viene.
Ya tenía un tiempo sin visitar tu página…
Excelente como siempre.
Tus fotos siempre mejores y mejores.
Un abrazo desde Guadalajara, México.
Encelente fotografía, me recordó a cuando en Gladiator recuerda donde vive él con su familia
Sólo felicitarte por este buen trabajo y decirte que me gusta mucho este nuevo aire del blog.
Se parece a una foto que que hice una vez. Trataré de encontrarla a ver si logro algo parecido.
es Córdoba de México o Córdoba de España?