Siempre hay que pedir permiso para fotografíar a las gentes que nos vamos encontrando en nuestros viajes. Con un sencillo gesto mostrando la cámara y una picarona sonrisa le pedimos permiso a este jovencito marroquí. Mostrándonos el pulgar hacia arriba nos comunicó su aprobación.
Podemos percibir la aridez de la zona (muy próxima al desierto) en la sequedad del rostro del protagonista, así como la bondad e inocencia en la transparencia de su mirada.
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Cámara Cámara EOS-1D Mark III
Abertura f8
Velocidad 1/125sg
Longitud focal 80mm
ISO 100
ENTRADA PROGRAMADA: El autor se encuentra «unplugged».
Como el título de la fotografía: Perfecta!!
saludos Juan.
Ángel
en dos palabras im presionante, saludos a todos
con una sonrisa es la mejor forma de captar amigos por el mundo.
un saludo,y feliz aterrizaje, 🙂
Mirada inocente de niño, manos curtidas de hombre. La aridez del desierto no tiene por qué llevarse la frescura y sencillez de la infancia ¿verdad?
Saludos.
Desde todos los puntos de vista, es un excelente retrato.
Parece un chaval muy simpático.
Ya tengo ganas de ver lo que nos traes de Islandia.
Hasta pronto Juan.
Hola Juan! (uy que confianza). Aunque con esta son 2 las veces que te he escrito, prácticamente veo tu arte cada día, es como un ritual, cada día que puedo cuando me pongo delante del ordenador lo primero que hago es abrir tu página, diria que estoy «enganchado», el motivo es evidente, admirar tu arte y si se y puedo pues aprender. En fin, que ésta foto del niño tiene una calidad enorme, en todos los sentidos, son de esas fotos que especialmente me gustaria haber hecho yo, por decirlo de otra manera, que la haces tuya vaya.
Seguiré «viéndote», hasta luego.
Me alegro que os guste. Muchas gracias por vuestros comentarios.